Demencia
Riesgos y Prevención de la Demencia
Algunos factores de riesgo de la demencia, como la edad y la genética, no pueden modificarse. Sin embargo, los investigadores continúan explorando el impacto de otros factores de riesgo en la salud del cerebro y la prevención de la demencia. Algunas de las áreas más activas de investigación en la reducción de riesgos y la prevención incluyen los factores cardiovasculares, el estado físico y la alimentación.
Factores de riesgo cardiovasculares
Su cerebro se nutre a través de una de las redes más ricas de vasos sanguíneos en su organismo. Cualquier cosa que dañe los vasos sanguíneos de cualquier parte de su cuerpo puede dañar los vasos sanguíneos de su cerebro, privando a las células del cerebro de recibir el alimento y el oxígeno fundamentales. Los cambios en los vasos sanguíneos del cerebro están relacionados con la demencia vascular. Suelen presentarse con los cambios causados por otros tipos de demencia, incluso la enfermedad de Alzheimer y la demencia con cuerpos de Lewy. Estos cambios pueden interactuar y provocar un deterioro más rápido o impedimentos más graves. Usted puede ayudar a proteger su cerebro con algunas de las estrategias que son las mismas que protegen su corazón: no fumar, mantener un peso saludable, y mantener la presión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre en los niveles recomendados.
Ejercicio físico
El ejercicio físico regular puede ayudar a disminuir el riesgo de algunos tipos de demencia. Las pruebas han demostrado que el ejercicio puede beneficiar directamente las células del cerebro, ya que aumenta el flujo de sangre y oxígeno hacia el cerebro.
Alimentación
Lo que usted coma puede tener un gran impacto en la salud de su cerebro a través de su efecto en su salud cardíaca. La mejor prueba actual sugiere que los patrones de alimentación para mantener un corazón sano, como una dieta mediterránea, también pueden ayudar a proteger su cerebro. Una dieta mediterránea incluye relativamente poca carne roja y muchos cereales, frutas, verduras, pescado, mariscos, frutos secos, aceite de oliva y otras grasas saludables.