Alzheimer
¿Cómo se diagnostica el Alzheimer?
Según la SEN, entre un 30 y 40 por ciento de los casos de Alzheimer podría estar sin diagnosticar, de los cuales un 80 por ciento pertenecen a un estadio leve.
La enfermedad se diagnostica con datos recabados sobre los problemas del paciente de memoria y aprendizaje, para llevar adelante la vida cotidiana, y preguntando a familiares o personas que conviven con el supuesto enfermo. Los análisis de sangre y orina descartan otras posibles enfermedades que causarían demencia y, en algunos casos, también es preciso analizar fluido de la médula espinal.
Un estudio realizado por Sanitas Residencial titulado de Por una atención del Alzheimer centrada en la persona refleja que un 78 por ciento de las personas con Alzheimer conocen con dos años de antelación que van a sufrir la enfermedad.
Resulta importante que el paciente cuente con un apoyo cercano de un familiar o una persona de su entorno, ya que el propio enfermo puede tratar de minimizar los síntomas del Alzheimer que sufre a la hora de explicarlos. Además, debido a los trastornos de memoria que sufre o el resto de problemas puede que el propio paciente no dé a conocer todo lo que percibe que le ocurre.
Pruebas y exámenes
Entre las pruebas más empleadas para observar los cambios que esta enfermedad produce en el cerebro destaca la resonancia magnética (RM), la tomografía por emisión de positrones (conocida por su acrónimo inglés, PET) y una combinación de ambas. Con la RM, se visualiza la forma y estructura del cerebro. Con la PET se pueden detectar los primeros cambios en el tejido cerebral, incluso antes de que aparezcan los síntomas visibles (como el deterioro de la memoria).
Para detectar si una persona cuenta con deterioro cognitivo se realiza una prueba de cribado o screening cognitivo. Se trata de una serie de tests que tratan de determinar si las habilidades cognitivas de una persona se han visto afectadas de alguna manera. Son tests sencillos, que no implican grandes costes, y cuya rapidez en realización permiten obtener rápidamente un resultado. Algunos de estos tests son:
- Eurotest: consiste en la manipulación de monedas de euro para estudiar la memoria o la capacidad para manejar dinero.
- Exploración Neuropsicológica Mínima en Demencias: consiste en siete pruebas con diferentes fines.
- Memory Impairment Screen: para la memoria verbal.
- Test de los siete minutos: es una prueba que permite diagnosticar la enfermedad de Alzheimer en las primeras fases y en pacientes de todas las edades, midiendo la orientación temporal, la capacidad del paciente para recordar y aprender, la fluidez del lenguaje y su habilidad para realizar un dibujo.
Clasificación histológica
El Alzheimer presenta un cuadro histológico en el que se puede observar áreas de los lóbulos frontotemporales atrofiadas, así como pérdida del tejido cerebral. Esto provoca una hidrocefalia ex-vacuo (agrandamiento de los ventrículos).
Además de esto aparecen ovillos neurofibrilares en el citoplasma de las neuronas. Cuantos más ovillos hay, mayor es el deterioro cognitivo. También se puede detectar Alzheimer con la aparición de placas seniles o neuríticas (conjunto de proteínas), un depósito amiloide vascular (aumenta la probabilidad de que los vasos cerebrales se rompan) o cuerpos de Hirano (se desconoce su efecto).