Cuidadores
¿Cómo afecta la epilepsia a la vida familiar?
Cuando un niño o niña tiene epilepsia, toda la familia se ve afectada. Como padre, usted quiere hacer todo lo posible por ayudar a su hijo/a. Sin embargo, si usted tiene otros hijos, puede que se preocupe de que no les esté dando suficiente atención. Puede ser incómodo revelar esta inquietud a los familiares por no querer preocuparlos. Si su hijo/a tiene numerosas citas médicas o está hospitalizado/a, puede causar ausencias del trabajo, aumento de estrés y posibles preocupaciones financieras.
No trate de hacerlo todo solo. Su afiliado local del Programa Prioritario de Epilepsia (PPE) es un excelente sitio para comenzar.
Tome un descanso para su salud. El cuidado de respiro le permite cuidarse a sí mismo para mantenerse física y mentalmente capacitado/a para cuidar a su hijo/a.
También es útil establecer rutinas. Las rutinas, los horarios y la estructura les permiten a las familias salir adelante. Esto es especialmente importante para los niños y niñas con epilepsia. He aquí algunas ideas:
- Haga que su hijo/a tome el medicamento a la misma hora todos los días.
- Asegure que su hijo/a duerma lo suficiente para disminuir el riesgo de crisis.
- Programe un tiempo regular para los deberes escolares.
- Asigne quehaceres a su hijo/a tales como poner la mesa, recoger los juguetes, o darle de comer a una mascota. Al proveerle a su hijo/a estas oportunidades, estará haciéndole sentir que es un miembro importante de la familia.
Si tiene otros hijos, intente comprender sus sentimientos y frustraciones. El tener un hermano o una hermana con epilepsia muchas veces causa que disminuya el tiempo que pasa el niño/a con sus padres. El presenciar cuando un hermano o una hermana tienen una crisis puede ser una experiencia aterradora. También les puede provocar vergüenza. Aliente a sus hijos a expresar sus sentimientos y hágales saber que tener estos sentimientos no es malo. En cuanto estén lo suficientemente maduros, explíqueles que es la epilepsia y enséñeles cómo ayudar en caso de que su hermano o hermana tenga una crisis. Cuando sea posible, planifique eventos y actividades especiales con sus otros hijos. El pasar unos diez minutos leyendo un libro, dando un paseo, o yendo a comprar un helado puede ayudar que todos sus hijos se sientan especiales y apreciados. También es sumamente importante continuar con las celebraciones y tradiciones (cumpleaños, días festivos, vacaciones) que son una parte esencial de la vida familiar.