¿Cefalea o migraña?: más que un simple dolor de cabeza

  • 12/03/2020

¿Quién no ha sufrido alguna vez dolor de cabeza?. De todas las dolencias que afectan a las personas, la cefalea es la más frecuente. Este dolor en la extremidad cefálica se presenta de manera recurrente y se constituye como uno de los trastornos neurológicos que más afecta a la población general. Su mayor predisposición es en las mujeres debido a los cambios hormonales que experimentan a lo largo de su vida. Según datos brindados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada dos personas en el mundo sufrió, alguna vez en su vida, dolor de cabeza.

Existen diversos tipos de cefaleas tales como la migraña, cefalea tipo tensional, cefalea de la tos, cefalea de la relación sexual y de la actividad física, entre otras. La más frecuente es la tipo tensional (contracción de los músculos de la cabeza), aunque la migraña es una de las consultas más habituales a los profesionales de la salud.

Tratándose de una enfermedad crónica del sistema nervioso central, la migraña se presenta como dolor en la mitad de la cabeza, pulsátil e intenso, asociado a náuseas, vómitos e hipersensibilidad a la luz, sonidos y olores. La presencia de los síntomas varía según el paciente y no siempre se manifiestan de la misma manera.

La migraña puede presentarse por varios motivos. En algunos casos, se manifiesta en pacientes con predisposición genética y por antecedentes familiares. En otros, puede ser por el consumo de ciertos alimentos (chocolate, quesos, embutidos, alcohol, café, maní, etc.), falta o exceso de horas de sueño, estrés, depresión, ansiedad, cambios de temperatura, entre otros.

Cuando este dolor de cabeza es precedido por cambios transitorios en la visión, falta de fuerza, hormigueo en un hemicuerpo o dificultad para hablar, se habla de un subgrupo de migraña llamada “migraña con aura”. Se presenta sólo en el 20% de los migrañosos y tiene una duración de 1 hora. Asimismo, los pacientes que padecen migrañas con aura también pueden tener episodios sin aura.

Las crisis de migraña pueden presentarse en cualquier edad y consisten en tres fases, aunque no todos las personas pasan por cada una de ellas.

  • Prodrómica: se produce hasta 24 hs antes de que el paciente desarrolle el dolor de cabeza. Además, puede sentir cansancio, fatiga, irritabilidad, bostezo, antojo de comida y mareos.
  • Dolorosa: puede tener una duración de hasta 3 días si no se toma medicamentos.
  • Posdrómica: esta fase puede durar más de 24 hs y más del 60% de los pacientes que la padecen sufren en este período intenso fatiga y falta de concentración.

Es común que la migraña empeore con la realización de actividad física y que se la logre aliviar al tomar analgésico, como antiinflamatorio y ergotamínicos. Este dolor de cabeza altera significativamente la calidad de vida de quienes la padecen, afectando también el desarrollo de sus actividades diarias, debido a que durante los episodios migrañosos las personas no pueden trabajar o funcionar de manera normal.

Conocer el diagnóstico de estas patologías es posible a partir de ciertos criterios clínicos establecidos por la Sociedad Internacional de Cefaleas. Es por ello que, resulta importante consultar con un especialista, quien a través de un interrogatorio médico, examen físico y la realización de estudios complementarios neurológicos podrá no sólo descartar otras causas de cefaleas secundarias (rupturas aneurismáticas, infecciones, tumores, hipertensión intracraneal, etc.), sino también indicar el tratamiento más adecuado en cada situación.

Las alternativas terapéuticas para tratar el dolor de cabeza van desde cambios de hábitos de vida hasta el consumo de medicamentos. Lo principal es identificar y controlar los factores desencadenantes o gatillos del dolor a fin de indicar el consumo o no de medicamentos. Una vez detectados los factores desencadenantes, se promueve que el paciente realice cambios de hábitos en su vida tales como una alimentación saludable, buen descanso nocturno, actividad física, apoyo psicoterápico y técnicas de relajación tales como yoga o mindfulness, manejo de estrés y tratar comorbilidades como depresión o ansiedad.

Los hábitos de vida saludable actúan además como método preventivo del dolor debido a que ayudan a disminuir el número e intensidad de las crisis.

El tratamiento basado en el consumo de medicamentos será indicado por el profesional, quien a partir de la frecuencia con que se manifiesta la migraña, el tipo y la intensidad, le indicará al paciente qué medicación tomar y en qué momento, a fin de evitar la falta de respuesta y el uso excesivo de analgésicos. Además, existen tratamientos farmacológicos preventivos, indicados en aquellos pacientes que sufren cefalea más de 6 veces al mes. Cuando la frecuencia supera los 15 días de dolor mensual se denomina al cuadro migraña crónica, una entidad compleja que requiere terapias interdisciplinares. Alrededor del 40% de los pacientes con migraña crónica deberían recibir un tratamiento farmacológico preventivo. Sin embargo, solo el 12% lo reciben, reflejando el subdiagnóstico y subestimando la enfermedad, generando repercusiones negativas en quien lo padece ya que muchas veces la solución queda limitada al consumo excesivo de analgésicos, complicando aún más el cuadro.

Recientemente han llegado a nuestro país nuevas terapias basadas en anticuerpos monoclonales los cuales han demostrado ser altamente eficaces en el control de la frecuencia de dolores, con mínimo o ningún efecto adverso. Se trata de un grupo de fármacos generados a partir de técnicas biológicas avanzadas que se administran de forma subcutánea (tal como la insulina), una vez al mes o cada 3 meses y son los primeros medicamentos diseñados específicamente para tratar migrañas, actuando contra el CGRP (Péptido Relacionado con el Gen de la Calcitonina), un neurotransmisor generador de migrañas. Por otro lado, en el Sanatorio Allende contamos con otros recursos terapéuticos como bloqueos de nervios craneales, aplicación de toxina botulínica, internación para desintoxicación de analgésicos y manejo del dolor, entre otros.

Es posible que en algunos pacientes coexistan diversos tipos de cefaleas, que no cumplan todos los criterios diagnósticos, o bien que esté enmascarando una cefalea secundaria. Nuestro Sanatorio cuenta con un grupo de médicos especialistas para que realice el diagnóstico correcto e indique el tratamiento más adecuado, ya que no suele ser el mismo para cada paciente.